8 ago 2010

PRESENTACION CENTRO APARECIDA

IDA Y VUELTA, editorial tercer número

CRECE DESDE EL PIE

El 14 de abril de 2009 se publicó en el Boletín Oficial la Ley 26.485 de protección integral a las mujeres para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres.

A pesar de la existencia de cifras alarmantes de acosos, violaciones y feminicidios, así como la presencia de millares de mujeres, víctimas de violencia intrafamiliar, por primera vez en nuestro país, una Ley sobre violencia, tiene por objeto el otorgamiento del derecho a las mujeres a vivir una vida sin violencia y se manifiesta expresamente contra la discriminación entre mujeres y varones en todos los órdenes de la vida, así como establece la intención de remover los patrones socioculturales que promueven y sostienen la desigualdad de género.

Proponemos aquí reflexionar, sobre el el surgimiento de leyes como ésta, que se encuentran en el marco de las que respaldan la equidad de género.

Desde un principio la religión, la ley y la ciencia se aliaban para argumentar la inferioridad de la mujer. La historia nos muestra que hasta hace poco mas de un siglo, la posibilidad de educarse, votar, así como de participar en sindicatos o en cualquier tipo de organización política, era impensada para las mujeres. Esos derechos eran privativos de los varones. ¿Por qué la legislación fue avalando la igualdad de derechos? ¿Cómo creen ustedes que el cambio fue posible?

Todo lo que las mujeres han conseguido se lo han tenido que ganar luchando. El primer momento fuerte de lucha fue, naturalmente, durante la Revolución Francesa. Allí surgieron clubs políticos femeninos defensores de los derechos de la mujer. Desde ese momento con avances y retrocesos, se fueron registrando diferentes e importantes logros que hoy disfrutamos.

Las mujeres feministas recibieron burlas e insultos, fueron ninguneadas, muchas veces encarceladas, y en ocasiones entregaron sus vidas a la causa. En la historia se recuerdan algunos nombres, de aquellas más visibles y expuestas, pero ellas no estaban solas. Se rodeaban de tantas otras, que al percibir la realidad que las rodeaba y las frustraciones que vivían a diario, luchaban por un cambio, para ellas mismas y para todas las mujeres.

Por eso hoy, como antes, las mujeres formamos redes. Estas redes son las que permiten que se avance en la lucha por la equidad de género.

Son muchas las conquistas hechas y todavía hay muchas por lograr.

En la actualidad, más de 240 agrupaciones, apoyan la campaña cuyo lema es “Educación sexual para decidir, Anticonceptivos para no abortar, Aborto legal para no morir”.

Es extraño entonces, que algunas mujeres sigan alarmándose hoy ante la palabra feminismo. Y vos, ¿Qué pensás?

21 abr 2010

EDITORIAL IDA Y VUELTA, segundo número


Desde que nacemos, y según el sexo que tengamos, vamos aprendiendo los comportamientos que se esperan de nosotros y nosotras, sabiendo, que está permitido y que no.

Es en la familia donde empezamos a asimilar y cumplir estos roles y mandatos. Luego la escuela, la tele, el trabajo, las iglesias, van reafirmando lo aprendido.

Mas tarde seremos nosotras/os quienes transmitamos lo aprendido a quienes nos rodean.

Este aprendizaje que nos imponen e imponemos, sobre lo que está permitido o no hacer, según el sexo con el que hayamos nacido, es lo que llamamos GENERO. Así podemos reconocer frases como: “los varones no deben llorar”, “el macho se la banca”, “sentate como una señorita”…

Pero en este andar por la vida, podemos descubrir que estos roles y mandatos, socialmente aceptados, no son NATURALES, sino que son producto de las relaciones que se dan, en la sociedad en que vivimos. Podemos advertir que haber incorporado estos pensamientos, nos hacen personas menos libres y más estructuradas.

Sumémosle a esto que los roles asignados a cada género, no solo son diferentes, sino opresivos y desiguales. ¿A que género se le enseña a decidir, ganar, proponer? ¿A cual se les enseña a obedecer, callar, someterse? Los hombres se exponen a la presión del éxito, pero las mujeres estamos en desventaja.

Son muchas las dificultades que atravesamos todas las mujeres. A algunas nos afectan más que a otras porque no contamos con iguales recursos para enfrentar una misma situación.

Creemos que esta sociedad no es armónica ni natural, sino injusta.

Y así como hay quienes quieren sostenerla para mantener sus privilegios, otras y otros queremos cambiarla.

Aunque muchas personas repitan que las relaciones no se pueden transformar, somos muchas/os quienes nos vamos juntando, organizando y luchando para vivir sin explotación ni opresiones.

8 de marzo, Día internacional de la Mujer

7 sept 2009

EDITORIAL DE IDA Y VUELTA,primer número

Desde Ida y Vuelta nos disponemos a revisar la historia, para encontrar en ella a las mujeres, tantas veces negadas e invisibilizadas y así escribir otra historia, una que nos incluya a todas y todos.
Pretendemos poner a consideración los modelos y roles asignados a cada sexo para cuestionarlos en el accionar cotidiano.
Haremos una invitación a revisar al lenguaje, para reconocer como incluir a los géneros en un discurso necesariamente emancipador.
Nos proponemos cuestionar el pensamiento hegemónico, ese que nos dice que las cosas son de una sola manera, ya que sostenemos que hay otras y validas, para que no exista sobre la tierra una sola persona oprimida por otra.
Creemos que en espacios democráticos como los grupos, es posible crecer juntos/as hacia una vida más justa, puesto que en estos circula la palabra, el saber, la confianza y el respeto mutuo.
Deseamos llegar a quien lee, con contenidos de lectura ágil y también con otros de lenguaje técnico profesional.
Narraremos historias de vida, analizaremos la historia, informaremos sobre la temática de violencia de género y doméstica, pensando cada nota desde una postura crítica y superadora de los modelos tradicionales.
Y finalmente queremos compartir proyectos con personas dispuestas a explorar, repensar y participar, intentando que la Vuelta recibida enriquezca nuestra Ida.

3 jun 2009

CAMINOS FRENTE A LA CRISIS

Son dos los principales caminos que puede tomar una mujer que padece violencia de género.
Uno de ellos la sumerge en el dolor y la frustración. Solo tienen lugar en ella los sentimientos de impotencia, odio, resentimiento y la necesidad de venganza. Intentará que quién la maltrata padezca lo mismo que ella ha sufrido pero a lo largo del tiempo quedará atrapada por la situación violenta, aún en contra de su voluntad.
Para que ocurra algo distinto, es decir el segundo camino, es necesario que la mujer se resista a padecer pasivamente la injusticia. En este proceso querrá saber más sobre si misma y podrá diferenciar lo que quiere de lo que no quiere. Ella desarrollará entonces un juicio crítico sobre lo ocurrido.
Pero para que esto suceda, es necesaria la presencia de otro. Estas personas serán quienes la acompañen a elavorar esta crisis, alentándola a construir un futuro.


Fuente: Susana Velázquez, Violencias cotidianas, violencia de género